La Convención de los Derechos del Niño (Convención) de las Naciones
Unidas (ONU) y documentos relacionados tienen el potencial de mejorar
enormemente varias dimensiones de la vida de los niños (definidos como
desde el nacimiento hasta la los 18 años, dependiendo de la cultura), ofreciendo
protección ante el abuso, fortaleciendo la relación de los niños con sus familias
y garantizando la realización del potencial individual. Estos documentos van
más allá de implicaciones para los gobiernos y deben considerarse en relación
con todas las actividades profesionales relacionadas con la vida de los niños,
incluyendo la práctica clínica, la investigación, la participación y educación.