No se puede subestimar la importancia de crecer en un ambiente familiar nutritivo y de apoyo. Criar a niños en un ambiente cálido y amoroso los sitúa en una trayectoria de desarrollo positiva para el éxito en su vida posterior. Por el contrario, los niños criados con parentalidad inconsistente y severa o con altos niveles de conflicto pueden verse afectados negativamente.