El propósito de este documento es presentar orientaciones para mejorar la aplicación de medidas de salud pública no farmacológicas durante la respuesta a la COVID-19, así como la adherencia a dichas medidas por parte de los grupos de población en situación de vulnerabilidad. Para ello, es necesario identificar los principales obstáculos a la aplicación de las medidas, lo que nos permite determinar los grupos y territorios más afectados en las diferentes fases de la pandemia. Con este objetivo, y desde un marco de equidad, derechos humanos y diversidad, se recomiendan políticas, estrategias e intervenciones que acompañan la aplicación y flexibilización de las medidas, de modo que nadie quede atrás.