El informe se encamina a documentar si los gobiernos:
• tienen planes de acción, políticas y leyes nacionales en consonancia con aquellos cuya eficacia se ha comprobado en el contexto de INSPIRE;
• están contando los incidentes violentos mortales y no mortales con exactitud;
• han establecido valores de partida y valores a alcanzar que les permitan monitorear su progreso hacia la erradicación de la violencia contra los niños;