El año 2024 fue especialmente difícil para la infancia. Los conflictos cada vez más violentos, las conmociones climáticas y la pobreza provocaron un aumento drástico de las necesidades de los niños y niñas, justo cuando los recursos necesarios para atenderlas se reducían de forma constante.
Pese a todo, tal como muestra este Informe anual, UNICEF mantuvo su presencia en más de 190 países y territorios, donde protegió y salvó la vida a millones de niños y niñas incluso en los lugares más remotos. En colaboración con nuestros aliados, suministramos agua salubre e instalaciones de saneamiento, brindamos protección y apoyo psicosocial y prestamos servicios de salud, nutrición, inmunización, educación y capacitación.
En 2025, el panorama mundial sigue estando presidido por cambios políticos importantes, volatilidad, incertidumbre económica y crisis humanitarias cada vez más graves. Si queremos rendir frutos, UNICEF debe dar lo mejor de sí.
Pero los recortes en la financiación –los que ya se han anunciado y los que hay previstos– están limitando la capacidad de UNICEF para llegar a millones de niños y niñas en situación de extrema necesidad. Estos nuevos recortes están generando una crisis mundial de financiación que pondrá en peligro la vida de millones de niños y niñas más.