La Profilaxis Post-Exposición para el VIH (PEP) constituye una herramienta de prevención que consiste en el uso de medicamentos antiretrovirales para reducir el riesgo de infección luego de situaciones de potencial exposición del virus. Su incorporación está recomendada por la Organización Mundial de la Salud en el marco de una estrategia de Prevención Combinada1,2. Cuando se inicia dentro de las 72 horas del episodio de potencial exposición al VIH, la PEP reduce en forma significativa el riesgo de transmisión, por lo que su uso se indica en exposiciones ocupacionales y no ocupacionales esporádicas. En la actualidad, una combinación de 3 drogas antirretrovirales durante 28 días es el esquema estándar empleado como PEP2.
A través de la Dirección de Sida, ETS, Hepatitis y TBC, se distribuye la medicación
necesaria para que la PEP esté disponible en efectores del sistema público de salud cuando está clínicamente indicada.