El marco responde a la demanda de los Estados miembros y los socios de orientación sobre cómo el sector sanitario y su base operativa en los sistemas de salud pueden abordar de forma sistemática y eficaz los retos que cada vez más presentan la variabilidad y el cambio climáticos. Este marco se ha diseñado a la luz de las crecientes pruebas del cambio climático y de los riesgos sanitarios que conlleva (1); de los mandatos políticos mundiales, regionales y nacionales para proteger la salud de la población (2); y de un conjunto de experiencias prácticas que están surgiendo rápidamente en el fomento de la resiliencia sanitaria al cambio climático (3).