La enfermedad de Chagas, también llamada tripanosomiasis americana, sigue siendo endémica en 21 países de América Latina. Sin embargo, como consecuencia de las migraciones, la urbanización, la intensificación del turismo, la modificación de las estrategias agrícolas y el cambio climático, la enfermedad ha traspasado el marco rural y el ámbito latinoamericano que le dieron identidad durante decenios, y ha logrado instalarse en la periferia de las ciudades del área endémica y en países de América del Norte, Europa, Asia y Oceanía y transformarse en un problema de salud pública global.